sábado, 28 de enero de 2012

“La Paz de Dios”

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo”, Juan 14:27
 
La paz es un don que Dios nos da como resultado de la muerte de Jesús en la cruz. Nuestra paz es algo que ya fue conquistado. Paz significa “tranquilidad, quietud, virtud que trae sosiego”.
Lo contrario a paz es turbación, turbulencia, guerra. En estos días difíciles que estamos viviendo, mucha gente ha perdido la paz; pero la perfecta voluntad de Dios para nosotros es que tengamos paz y que en ella vivamos confiados. Cuando el Espíritu Santo está EN nosotros y CON nosotros tenemos PAZ.
Muchos buscan la paz en el dinero, una carrera profesional o los bienes materiales, creyendo que tales cosas les evitarán los problemas y, por tanto, tendrán paz. Nosotros sabemos que aun con problemas y necesidades podemos tener paz y ser felices, porque lo que tenemos es mejor: la paz de Dios en nuestros corazones.
 En los siguientes textos vemos que la paz es completamente un atributo divino:
  • Salmo 29:11, “Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz”
  • Salmo 119:165, “Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo”
  • Proverbios 3:2, “Porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán”
  • Isaías 26:3, “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”
  • Juan 16:33, “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
 Al mismo tiempo, tener paz o vivir en ella es nuestra responsabilidad:
  • Romanos 12:18, “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”
  • Romanos 14:19, “Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”
  • 2ª Corintios 13:11, “Por lo demás, hermanos, tened gozo, perfeccionaos, consolaos, sed de un mismo sentir, y vivid en paz; y el Dios de paz y de amor estará con vosotros”
  • Filipenses 4:6 y 7, “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”
  • 2ª Pedro 3:14, “Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz”

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